miércoles, 2 de diciembre de 2009

Diálogos con una amante muerta

Candy asked me
If she died
If I could go on
Of course I said I couldn’t
And of course we knew that’s wrong
But Candy
I said Candy, no
You can’t do that to me
Because you love me way too much
For you to ever leave

Candy says she’s made arrangements
For me in the sand
Candy says she wants me with her
Down in Candyland

Sabía que estaba muerta, incluso aún antes de haber recibido la noticia. Estas cosas se saben, al menos los que estamos en este negocio estamos acostumbrados a eso. Más aún si existe, o existió un vínculo cercano entre uno y el muerto, muerta en este caso. Yo lo soñé mientras ocurría. Mientras tanto, fiel a mi costumbre de ser miserable, me emborrachaba en el agujero donde me he estado escondiendo desde hace algún tiempo, escuchando una canción que curiosamente se ajustaba a la situación, cuando sentí su presencia.
–Esa canción me pone triste…
– ¿Y eso a mi que me importa? Se supone que tú estás muerta, ni siquiera deberías estar aquí, para empezar.
–Estoy aquí por ti, porque tú me necesitas.
–Mmm… Sí, claro, estás aquí porque para variar me culpas hasta del hecho de que estés muerta y yo lo último que necesito es que me venga a molestar un fantasma, y más aún si eres tú.
–Eso es mentira y tú lo sabes, además dijiste que no podrías vivir sin mí.
–Ahora sé que puedo, ya puedes descansar en paz, yo me las puedo arreglar solo.
–Tu no eres ningún ignorante, y sabes que donde estoy no puedo descansar en paz…fuiste cruel conmigo, además ya he estado ahí y se que también a ti te esperan, es nuestro destino.
– ¿En el infierno?
–Suena mal, pero se que te sentirás como en casa... además no es tan malo como dicen, vine para que me acompañes, no quiero pasar la eternidad sin ti.
–Viniste a decirme que me esperan en el infierno, que amable de tu parte… ¿Y yo también debo ser decapitado en un accidente estúpido? Vete al carajo.
–Siempre odié que hicieras eso… ¿Acaso no no tienes una forma mejor de decir las cosas?
–Es la única que tengo. Es sólo que no tengo control sobre lo que los demás sienten al oírme. ¿Por qué no vas a visitar a tus amigos muertos en el infierno? O mejor aún, podrías visitar a algunos de los idiotas que sobrevivieron, seguro se alegrarán de verte.
–Tú estarás ahí algún día…
–Siempre podré buscar la redención, ¿sabes? Es una de las ventajas de estar vivo. Así no tendré que verte después de muerto…
–Tú no eres bueno y lo sabes… Alguna vez lo intentaste, ¿Recuerdas?
–Cierto... fue una mala idea y sólo me gané que me jodieras. Pues entonces buscaré ganarme un lugar en el rincón más profundo y solitario del infierno, ya lárgate.
– Estás borracho.¿Por qué no me sorprende verte así?
– No se a que te refieres… ¿Bebiendo o vivo? Creo que al menos podría agradecerte el hecho de estar vivo, si no te hubieras largado, talvez yo también habría muerto. Además, me ha jodido más conocerte que el alcohol...
–Sírveme un whiskey, por los viejos tiempos…
–Estás muerta, no puedes beber, deja de mirarme así...
Sigue mirándome igual.
–Está bien, pero después de eso me dejarás en paz.
– ¿Recuerdas aquel día? ¿Cuándo nos conocimos?
–Claro… como si fuera ayer…ojala hubiera sido más inteligente, habría salido corriendo, pero supongo que ahora da igual, tu estás muerta, yo jodido, ¿Qué se le va a hacer?
–No me vengas con eso ahora, tuvimos buenos tiempos… yo te enseñé todo lo que sabes de la magia…
–Cierto, creo que ahora puedo devolverte el favor
– ¿Qué diablos haces? ¿Porque enciendes esas velas?
Anima eius requiescat in pace in aeternum… Adios.

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